Lujo, diseño y respeto por el medio ambiente en la Costa de Barcelona

La sostenibilidad, el diseño y la armonía se unen en perfecta sintonía en esta residencia exclusiva. Cada rincón ha sido meticulosamente diseñado para ofrecer un estilo de vida contemporáneo y respetuoso con el medio ambiente. Sus espacios luminosos y funcionales nos envuelven en una atmosfera de serenidad y bienestar.

La arquitectura se fusiona con la naturaleza, brindando la oportunidad de vivir en armonía con el mar y la cercanía a campos de golf, club náutico, playas y montaña… Esta propiedad ofrece una experiencia única donde la belleza, la sostenibilidad y una ubicación privilegiada se entrelazan.

Situada en la prestigiosa zona de Bell-Aire, en Sant Andreu de Llavaneres. A tan solo 1,5 km de la costa, específicamente del Port Balís, a 600 metros del Club de Golf de Llavaneres ya escasos 500 metros del centro de la localidad, goza de una ubicación estratégica en las afueras de Barcelona. Además, su fácil comunicación con Barcelona (unos 20 minutos), la Costa Brava (unos 45 minutos) y los Pirineos y Francia (1 hora y 30 minutos) la convertirá en un lugar privilegiado.

Esta vivienda se integra de manera respetuosa con su entorno. Gran parcela de casi 3.000m2, su diseño orgánico y sinuoso se adapta a la topografía del terreno, con pendientes suaves y áreas arboladas consolidadas. Orientada hacia el sur, en dirección al mar, aprovecha al máximo la incidencia solar. El edificio destaca por su singular volumetría y se fusiona armoniosamente con las viviendas unifamiliares vecinas, predominando el color blanco roto, que se integra perfectamente en la zona.

La propiedad se distribuye en dos niveles sobre el suelo y cuenta con un sótano. Ofrece dos entradas para vehículos, una con una pérgola que puede albergar hasta tres automóviles y una entrada peatonal adicional, y otra que conduce directamente al aparcamiento subterráneo con capacidad para cinco vehículos.

La superficie construida de la propiedad es de 675 m², con una superficie útil de 563 m². El sótano, con una superficie construida de 183,14 m², alberga el aparcamiento, el trastero y la sala de instalaciones. Desde aquí se accede a la vivienda a través de una amplia escalera circular y un ascensor.

La planta baja, con sus 310,88 m² de elegancia sublime, despliega un salón comedor, una cocina con área de comedor, una sala de televisión, un aseo, una habitación de servicio, un baño y un lavadero, todo ello conectado por un ascensor impecable. Hacia el sur, la casa se adentra en el terreno, integrando la zona de estar con el entorno y permitiendo una fusión armoniosa entre el interior y el exterior a través de sus porches.

Un pabellón de piscina excepcional se levanta en la planta baja, con sus 37,18 m². Este espacio singular, una segunda incursión en el terreno, alberga la sección más privada de la vivienda: una amplia habitación con vestidor y un baño completo equipado con un pequeño spa. La forma peculiar del pabellón abraza el área de la piscina, brindándole privacidad y protección.

La primera planta de 181,59m2 está destinada al programa nocturno. Su forma de medialuna sirve como contrapunto al ala del pabellón de la piscina en el piso inferior. Esta forma peculiar permite que todas las dependencias de esta planta se abran en abanico, ofreciendo vistas excepcionales de la costa en este singular rincón del Maresme. La distribución de la planta se organiza desde la zona de acceso, con una escalera circular y un ascensor, con una sala de juegos frente a la zona de circulación vertical. En el lado este se encuentra la suite principal, mientras que en el lado oeste se ubica otra suite y dos habitaciones dobles que comparten un amplio baño.